La marcha del gobierno de Rajoy deja al pairo el ferrocarril a Punta Langosteira, víctima crónica del paso de Ana Pastor por el Ministerio de Fomento, cuyos titulares, históricamente, omitieron casi siempre su preeminencia por La Coruña. Ahora corresponde al elenco de Pedro Sánchez corregir la desfeita, pero confesamos nuestro escepticismo. Su antecesor socialista Zapatero, al llegar al poder, lo primero que hizo fue arrumbar el consensuado Plan Hidrológico nacional y sustituirlo por las desaladoras, de la entonces ministra Cristina Narbona, actualmente presidenta del PSOE. En Galicia pudimos contemplar cómo era anulado el Plan Integral del que hoy solo queda el inacabado Parador de Muxía. Por esa manía de derruir lo que han hecho otros gobernantes antagónicos políticamente, pronosticamos, en el mejor de los casos, una ralentización de las inversiones estatales en Galicia. Sin manierismos hipócritas, con el jolgorio del neofemenismo "ala Carmen Calvo", Dios nos libre de transitar de la confrontación ideológica a la existencial. Por aquí, por casa, no ha prosperado el frente común don Xulio-Martiño en el capítulo aeroportuario. Antes de hacerlo público debieran haberse empapado en las rígidas normas comunitarias, "el apoyo operativo con dinero público es un elemento distorsionador de la competencia y contraviene las leyes del mercado interior porque los acuerdos, entre aerolíneas y autoridades públicas, otorgan ventajas indebidas respecto de sus competidores". Bruselas, como se debe, vigila que no se produzcan ayudas encubiertas, disfrazadas de convenios comerciales, compra de publicidad, o exigencias de tasas cero. O sea, el frente común ha sido "un tiro al aire". Lo irrebatible es que, a los coruñeses, tomar el avión en Lavacolla nos supone un añadido de 70 euros al precio del billete.

Otrosidigo

Hace pocos días nos visitó el secretario de Estado de Fomento y pudimos comprobar cómo Fomento trata al aeropuerto coruñés como si fuera un problema asmático. El señor García Legaz, que así se llama el hoy cesado subsecretario, nada nos dijo de la ampliación de la pista de Alvedro, ni de las ayudas a la navegación. Nos recordó el viejo axioma "Mal de muchos?", para concluir "en todos los aeropuertos hay desvíos".