Circula por los móviles la imagen de un falso cartel de carreteras, con el icono de la DGT, que pone "Conduzca tranquilo. Ya encontraremos un motivo para multarle". Queda claro que se trata de una guasa bien traída ante el aumento de controles en tierra (radares fijos y móviles) y desde el aire (helicópteros y drones) en vías de todo tipo, sean autopistas, autovías o carreteras convencionales, para sancionar por excesos de velocidad, conducción bajo efectos de drogas o alcohol, y cualquier infracción más de las normas de tráfico. En fin, toda una parafernalia que busca evitar el trágico balance de víctimas y daños materiales en nuestras estradas, y no el efecto recaudatorio mediante multas del que, de vez en cuanto y no sin motivo, se acusa a la DGT. Aclarado lo cual, paso al caso concreto. Envío la imagen del cartel a un amiguete, para echarnos unas risas, y éste me contesta: -"Cierto, pues me multaron por llevar la matrícula sucia". Y sigue una inusual explicación:- "De todas formas, prefiero a un agente antipático, como el que me denunció, que a la foto delatadora del radar oculto. Porque presenté alegaciones y finalmente no hubo multa, mientras que ante la foto traidora tienes menos escapatorias".