Buenos días, dilecto lector! Aquí seguimos, sumando dígitos a nuestra personal cuenta de la existencia. Como decía en redes sociales últimamente Ramón Núñez, tan acostumbrado a lidiar con las cuestiones de la divulgación científica, "sumando vueltas al astro rey", cada uno en su particular viaje. Y cuánta razón tiene... Acabo estas palabras de introducción deseándoles lo mejor en lo que queda del día, de la semana, del mes, del año y... para siempre. Que miren, desear lo mejor no cuesta nada y, verdaderamente, siempre ayuda un estímulo de ese tipo. En múltiples situaciones vitales.

Yo, qué quieren que les cuente, ando en una nueva transición, de esas que me he ido encontrando en el camino. Y a las que no les hago ascos, oigan. Porque creo que la existencia es dinámica y que, verdaderamente, es importante tomarse el día a día no como una mera sucesión de ciclos casi idénticos, en la línea de tales vueltas alrededor del Sol, sino más bien como una experiencia continua de vida, yendo hacia alguna parte incierta y sumando enriquecedores hitos en tal caminar...

La cuestión es que he de decidir ahora si apuesto profesionalmente -de una vez por todas, que ya va siendo hora- por el tema netamente educativo, o si sigo haciendo cosas más diversas, más en la gestión de lo social, en el planeamiento estratégico de organizaciones distintas y orientándome más, en definitiva, a aquello de servir a los otros desde la organización, la dirección y el análisis. A ver qué pasa, pero estoy seguro de que, sea lo que sea, será positivo al final.

Es difícil en este país ser dinámico y proponerse un cambio continuo, porque el contexto general es de bastante cerrazón e inmovilismo, de estaticidad. Si además a eso sumamos que muchas personas se ponen la gorra de director, sepan lo que sepan -con frecuencia, nada-, habiéndose convertido esta en la profesión con más intrusismo, mucho peor. Unos lo hacen porque tienen el dominio -el capital, la propiedad- y asumen el dirigir como parte de dicha legitima posesión, y otros por apoyos varios desde instancias políticas o sociales, con lo que lo que hayan hecho otros en universidades y fantásticas y reputadas escuelas de negocios, con todos los honores y hasta con becas académicas por su trayectoria, no importa tanto. Quizá deberíamos reflexionar sobre si España es un país donde todo vale a la hora de apoyar al familiar o al correligionario, en detrimento del conjunto y del interés de las organizaciones por captar talento.

De todos modos, hoy no quería poner el foco tanto en eso como en todo lo que tiene que ver con el deterioro del empleo, el interés exacerbado en potenciar lo que hoy se llama "marca personal" con el advenimiento de nuevos autónomos forzosos, y todo lo que ha salido de ahí. Y es que, al calor de tal fenómeno, separar el grano de la paja es difícil. Basta un vistazo a las redes profesionales y laborales más diversas para encontrar cientos de posts que hablan de "las diez herramientas fundamentales para cualquier cosa", "las cinco actitudes y aptitudes fundamentales en un buen jefe" y similares simplificaciones de toda índole, con un único objetivo de mantener determinadas propuestas a flote. Bienintencionado, muchas veces, pero también prescindible. Sé que es misión de cada uno cribar la calidad de lo que lee, pero la hiperinflación de la información tampoco ayuda nada...

Seguimos sin asumir que es importante creer en el talento, por encima de los intereses particulares. Cada uno de nosotros lo tenemos para ciertas cosas, y para otras no. Yo ya he asumido que jamás seré jugador de fútbol profesional, cantante de ópera, o que no me ganaré la vida pintando al óleo o de modelo. Sin embargo, en otras cuestiones -como las que he descrito- a otros se les dice eso tan patrio de ti vai facendo y nadie dice nada... Creo que es un tema tabú hoy, que habrá que afrontar, cuyas consecuencias pagamos todas y todos en términos de una sociedad peor y menos preparada en conjunto.

Seguiremos, embarcados en tales pensamientos, estímulos e intereses, con nuestros diferentes movimientos alrededor del Sol. Rotando, trasladándonos, mutando y asumiendo la precesión del eje del planeta... Y, mientras tanto, por favor, intentemos seguir siendo felices...