Hasta 10.830 llegan las diferentes ediciones de los libros escolares en las diversas autonomías de España. Al estar transferidas las competencias educativas, cada comunidad autónoma dicta las peculiaridades que desea en los textos de sus escolares, y de ahí esa cifra desmesurada que, aparte de encarecer la edición de los libros al obligar a las editoriales a ediciones cortas y cambiantes, es una cantidad que contrasta con lo que ocurre en el resto de países europeos donde las diferencias de textos escolares, existiendo también diversidades lingüísticas y regionales, son menores. No es la primera ni la segunda vez que este tema sale aquí. El clamor además es generalizado en casi todos los medios. Ocurre igual con las tarjetas sanitarias y con el sistema de recetas médicas. Quiero decir, que el régimen de transferencias de ciertas competencias en las CCAA en asuntos que son muy generales, por no decir idénticos aquí, en Ceuta, Vich o Eibar, están dificultando el trasiego de ciudadanos por todo el país, porque surgen trabas si sales de tu autonomía complicando algo tan básico como la atención médica o el suministro de medicamentos. Pero no voy a desanimarme, porque lo veo justo, y seguiré insistiendo hasta lograr que se imponga el sentido común.