La DGT me ha enviado una foto de la matrícula trasera de mi coche, y con ella, una sanción. No la he recurrido, porque es patente -ahí está la foto- que me han cazado como a un conejo confiado, apenas salido de la madriguera. Podría haber alegado, en mi descargo, que llevo años pasando tres veces por semana por ese punto -debí transitar por ahí miles de veces sin imputación alguna en 8 años- pero al final me denuncian. No hay radar fijo, porque si no las repetidas multas me habrían avisado; ese día debió estar apostado un coche de la GC o un radar móvil, que no he advertido en siguientes pasadas. No sé si juzgar de mala suerte, o mala leche, esta denuncia por exceso de velocidad, porque cuando llegas a la explanada que precede a las cabinas del peaje ya vas disminuyendo de velocidad, más atento a la cola que hay en ellas, mirando de reojo los discos de 120, los de 100, luego los 80, y a los 60?¡y zas, cazado, porque pasaste de esa velocidad! Me gustaría saber cuántos siniestros han ocurrido en un año en ese sitio. También a cuántos incautos cazaron ese día ahí. Para que luego nieguen lo del afán sancionador y recaudador más que protector de esta DGT.