Escribo sereno pues han pasado ya 48 horas del tremendo atasco que sufrí, que sufrimos todos los coruñeses el reciente lunes 10. De haber redactado en esa misma tarde lo que ahora tecleo posiblemente habría caído en el insulto y quizás en el desacato, como a punto estuve, cuando rozaba las 02.30 del mediodía, de saltarme una doble línea continua para de un volantazo salirme de la trampa en la que llevaba ya tres cuartos de hora. Miren, señores del Ayuntamiento, no se puede ser insensibles ante circunstancias como ésa. Y que no me venga ahora el concejal de turno a decirnos que era un simple atasco una paralización de tal envergadura, que no se llegaba a una situación excepcional como para habilitar el paso de los vehículos por la Marina y el Parrote. Seguro que él no estuvo allí. Hay que tener la cintura suficiente, o el sentido del gobierno necesario, para actuar a tono con lo que está pasando, porque doy por sentado que le llegarían noticias de lo que estaba ocurriendo. Este ayuntamiento no supo reaccionar -¿tiene atrofiados los oídos, la vista y demás sentidos?- ante bloqueos así. Además, ¿cuántos camiones y autobuses han quedado atrapados ya en ese túnel? Porque la cosa ya tiene historia.