Con vistas a las elecciones de la próxima primavera, el gobierno socialista se propone cambiar el voto rogado de los emigrantes, establecido por el propio PSOE y el PP en 2011, que puso fin a cualquier suspicacia. El voto rogado consiste en que el emigrante debe solicitar personalmente la papeleta con anterioridad en la Oficina del Censo Electoral o en el correspondiente Consulado. En su lugar, a iniciativa de La Marea Granate Emigrantes del Estado Español, se quiere sustituir por una papeleta en blanco, que pueda ser remitida por correo. Este procedimiento, de control "alternativo", no resulta fiable, dadas las experiencias anteriores, incluso el de haber sufrido demoras poco comprensibles, en el envío de las bolsas pese a ser remitidas por correo diplomático. En tiempos del bipartito Touriño-Quintana (la etapa de Chaves en Venezuela) se tardó más de un mes en ofrecer los datos oficiales de la votación, por el retraso de Caracas. El voto rogado evitaba la picaresca y la precariedad por ese principio perverso de encajar a los emigrantes en cálculos electorales. Si solo se persigue arañar votos, la emigración continuará siendo una fatalidad histórica. Los cauces de Galicia en América, desaparecidos los gallegos autóctonos, son inciertos. Lo que se puede salvar, ha de hacerse por vías distintas de las ayudas coyunturales de las instituciones o del sentimiento emotivo. La juventud se ha despojado de la identidad idiomática, cuya lengua utilizan, en palabras sueltas, para ciertos mimetismos de la intimidad familiar. Los enviados estatales y autonómicos se apoyaron en ocasiones más de lo debido en los "gallegos profesionales", notorios en manejar esquemas conflictivos, siempre dispuestos a resolver sus propias ambiciones. Hubo quienes vinieron y vienen esporádicamente a Galicia a realizar pingües negocios y los hubo que volvieron a Ultramar, dejando un tendal de cuentas pendientes.

Otrosí digo

El Centro Galicia, dada la agonía del Centro Gallego, se ha constituido en la entidad más representativa de nuestra colectividad en la Argentina. Lo preside don José Vila Alén, cultivador y guardador de nuestra cultura y adalid de la emigración gallega de tan decisiva aportación a un país empobrecido por el populismo que ha hostigado su laboriosidad y desarrollo. Vila Alén es devoto de Borges, Bioy, Mallea, Mujica Lainez, Cortázar y Sabato, tan alejados de la "marchita peronista". Recuerdo las palabras de Sabato, cuando nos advertía acerca de los fenómenos mundiales que se avecinaban: "Recuerde usted: la Ciencia degenera en tecnología y la tecnocracia y el marxismo en dictadura". Y lo decía un sabio que había sido comunista.