Hace días los vecinos de unas viviendas de la zona del Temple, municipio de Cambre, limítrofe con el de Oleiros, manifestaron su pretensión de cambiar de ayuntamiento y pasarse al vecino concello, porque, en el fondo, están hartos de no ser bien atendidos por las autoridades locales que les corresponden. El tema es complejo por lo que he leído, pero lo que más me desconcertó es que en el relato donde se acumulan las quejas, al aire de "que como está de moda la independencia" se invocase una especie de derecho de autodeterminación vecinal. para marcharse de un municipio a otro. Así, como si la cosa fuese sencilla en plan asambleario y a mano alzada. Como si cambiando de alcalde todo se arreglase. Entiendo que estén hasta el gorro por las molestias y desmanes que algunos pandilleros allí cometen, sin notar una eficaz protección de quienes deberían solucionar sus cuitas. Es en su propio terreno, en su ayuntamiento y no huyendo, donde deben luchar, más aún de lo que hacen, para conseguir la protección necesaria. Hay un deber de ciudadanía para con sus convecinos y todos ellos deben ayudarse para lograr la seguridad vecinal. Quede claro que el bienestar es misión de todos, no sólo de los guardias municipales.