La reunión de mandatarios de Asturias, Castilla y León y Galicia del lunes 28 de enero, auspiciada por la Xunta gallega, es un paso más para lograr que el Noroeste peninsular no quede aislado del corredor atlántico ferroviario promovido por Europa. Porque esquinado, hay que reconocerlo, sí que queda nuestro NO del proyectado eje que desde la frontera francesa cruza tangencialmente la península hasta el puerto portugués de Aveiro en la costa atlántica. Y no es solo la situación geográfica la causa principal de este aislamiento, pues el NO peninsular ha estado olvidado por parte de los sucesivos gobiernos nacionales en cuanto a vías de comunicación se refiere, hasta el punto que para poder optar a conseguir un mordisco en esos 30.600 millones de euros que la UE pondrá disposición de los Estados miembros en 2021 para mejorar sus redes de comunicación, lo primero que piden los responsables de las tres autonomías reunidas al ministerio de Fomento español es una inversión de 3.100 millones para modernizar el ferrocarril obsoleto que ahora impera por el NO que solo sirve -vayan tomando nota quienes están implicados en este tema- para transportar el 1% de los productos de aquí, mientras que el 83% sale por carreteras y el 16% restante por mar.