Tras un arranque de año con el sector de la sanidad pública en pie de guerra en Galicia, la dirección del Sergas presentó la semana pasada un borrador de proyecto de reforma de la Atención Primaria, principal foco de conflicto, que pretende corregir el evidente deterioro de este pilar básico de la salud en la comunidad.

La población gallega envejece, sus problemas de salud se cronifican y sus demandas de mejora del sistema sanitario son cada vez más frecuentes. Las estadísticas demuestran que existe un importante déficit de profesionales sanitarios, constatado por la propia Xunta, que se hace más patente en los médicos de familia y los pediatras.

Los facultativos del Sergas se quejan de la saturación y del escaso tiempo que tienen para atender a sus pacientes. Ante este escenario de abierta conflictividad, que alcanzó su clímax con la dimisión en bloque de 22 jefes de centros de salud de Vigo a mediados de diciembre ante el deterioro de la asistencia, las denuncias judiciales por la muerte de dos pacientes en las Urgencias del Hospital de Santiago por la precariedad asistencial o las reclamaciones de más personal por los médicos de Atención Primaria del área sanitaria de A Coruña para atajar la sobrecarga crónica del servicio, la Consellería de Sanidade propone reformular la Atención Primaria y construir un modelo nuevo que pueda ser válido para las próximas dos décadas.

Tras un tenso tira y afloja desde enero en las mesas de negociación a las que el Sergas convocó a todos los profesionales que intervienen en el nivel asistencial, desde médicos a personal de gestión y servicios, y que acabó con un plante de los médicos por su malestar y frustración al entender que el resto de colectivos no padecen el acuciante problema de saturación y falta de tiempo que les afecta, la Consellería de Sanidade presentó el miércoles pasado una propuesta integral de remodelación de la Atención Primaria.

La coordinación entre los centros de salud y la atención hospitalaria es el eslabón más necesitado de reformas, según el resultado de la encuesta pública habilitada en internet por Sanidade. Los usuarios del Sergas ponen también el foco de necesidad de mejoras en la atención a domicilio, el establecimiento de interlocutores en los centros de salud con quienes poder hablar cuando surge una urgencia o el sistema de petición y anulación de citas.

Los primeros pasos dados por el Sergas desde la eclosión a principios de año de un generalizado malestar entre los profesionales sanitarios fue intentar paliar el problema más perentorio, el déficit de profesionales, con el retraso de la jubilación, una solución que los profesionales cuestionan al advertir incluso de una creciente tendencia a la prejubilación por la saturación del servicio, y un nuevo contrato más estable para médicos sustitutos, que pasaría de la duración actual de días, semanas o meses a un horizonte laboral de uno a tres años. Un vínculo contractual menos precario que pretende atraer al Sergas médicos de Portugal y de otras comunidades españolas, en especial pediatras, cuyo déficit es ahora uno de los problemas más graves en la Atención Primaria.

Las líneas rojas que los facultativos plantearon a la consellería en las mesas de negociaciones celebradas en estos dos últimos meses pasan por un presupuesto blindado para la Atención Primaria con crecimientos sostenidos en los próximos años y la creación de direcciones específicas para la Atención Primaria. Una de las demandas en la que más insisten es poder contar con más tiempo para ver a los pacientes. Para ello, reclaman liberar al personal sanitario de tareas administrativas y fijar tiempos mínimos de atención a los pacientes.

El borrador presentado por conselleiro Jesús Vázquez Almuiña, sujeto aún a la presentación de nuevas aportaciones hasta el día 28, recoge propuestas de un centenar de profesionales de todas las categorías del Sergas, formuladas en una veintena de reuniones de trabajo.

Entre las principales medidas a corto plazo de esta reforma destacan la recuperación de las direcciones de Atención Primaria en cada área territorial del Sergas, un incremento del número de plazas en las oposiciones de este año de médicos de familia, pediatría, enfermería de familia, fisioterapeutas y odontólogos, así como la incorporación un presupuesto específico y diferenciado para Atención Primaria que aumente los actuales recursos. Estas medidas incluyen dos de las líneas rojas planteadas por los médicos, si bien en el aspecto presupuestario, echan en falta que la consellería no concrete qué fondos se destinarán. Es decir, si aumentarán los recursos.

Otra de las iniciativas inmediatas propuestas por Sanidade es promover anualmente la movilidad voluntaria de los profesionales, a través del concurso de traslados abierto y permanente y solicitar al Ministerio de Sanidad la convocatoria de las pruebas precisas para la obtención del reconocimiento del personal de enfermería como especialista en enfermería familiar y comunitaria.

El propio conselleiro reconoció en la presentación de este plan de reformulación del primer escalón de la asistencia sanitaria pública que el envejecimiento de la población, con un consecuente aumento de enfermos crónicos, y el déficit de profesionales sanitarios hacía necesaria la reformulación de un nuevo modelo de Atención Primaria en el Sergas. Razones sin duda incontestables y esgrimidas desde hace largo tiempo por los profesionales sanitarios gallegos. Bienvenida sea esta imprescindible reforma, que seguramente deberá aún precisarse más y que por la evidencia de su necesidad debería quizás haberse puesto en marcha antes de que la precariedad de la situación llevase a los profesionales de la sanidad gallega al borde de la rebelión.