No hay mejor defensa que un buen ataque: eso es lo que parece pensar el gobierno bicéfalo italiano ante las críticas que recibe constantemente de la UE por su política presupuestaria.

La retórica antieuropea prevalece en los discursos políticos de los dos partidos de la coalición -la Lega de Matteo Salvini, auténtico hombre fuerte del Gobierno- y el Movimiento Cinco Estrellas, de Luigi di Maggio.

Su Gobierno no ha dudado en entrometerse en la política de la vecina Francia manifestando su solidaridad con el movimiento rebelde de los "chalecos amarillos" para enojo del presidente Emmanuel Macron.

¿Está preparándose Italia con esas maniobras que tanto exasperan a sus socios para un eventual abandono de la eurozona si continúan las reticencias de Bruselas a la política expansiva con la que financiar sus promesas electorales?, se preguntan algunos.

Promesas como la renta básica universal o el adelantamiento de la edad de jubilación, todo ello unido a una rebaja de los impuestos, todo lo cual suena a herejía a los defensores a ultranza de la austeridad fiscal.

El periodista Gennaro Sangiuliano, director del segundo programa de la RAI, la televisión pública italiana, ha escrito un libro significativamente titulado El Cuarto Reich en el que se interpreta la unión monetaria como el definitivo intento alemán de dominar a Europa, aunque ahora sea sólo económicamente.

Y por lo que se refiere a Francia, el movimiento Cinco Estrellas no se contenta con enojar a su presidente con su apoyo a quienes se manifiestan semanalmente contra sus políticas poco sociales, sino que ataca su política neocolonial en el continente negro.

A esta última atribuye sobre todo la oleada de migraciones irregulares procedentes de África que ha tenido que sufrir Italia y que no han suscitado tampoco la solidaridad de la mayoría de sus socios.

Hay quienes creen que Salvini apuesta por el triunfo de los partidos nacionalpopulistas como el suyo en las próximas elecciones europeas, pero se equivoca totalmente si cree que esos Gobiernos, sobre todo los del Norte, van a mostrarse más comprensivos con sus políticas fiscales.