Cuando oigo hablar a un político cuento las veces que va a utilizar la primera persona de singular del presente de indicativo del verbo "creer". Sé que van a ser muchos y aun así me asombro del número de veces que dice "creo". Y en esto no se salva ni uno.

Termino preguntándome si tanto "creer" se debe a que no saben si lo que pretenden es que el creyente sea yo. En el primer caso aconsejaría que se informaran antes de hablar y en el segundo, más grave, que dejen de creer que los oyentes son sujetos carentes de sentido crítico. Lo cierto es que vivimos en un país en el que hoy proliferan los creyentes.

Pese a lo dicho seguirán creyendo y yo en la duda de si son creyentes por ignorancia o con la pretensión de hacerme creyente.