Me río yo de la llamada jornada laborable "996" pensando en el trabajo que realiza toda madre de familia que se precie. Porque eso de trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche durante 6 días de la semana, que es lo que quiere expresar el guarismo "996" por ahí circulando, se queda a la altura del zapato comparado con el trajín inacabable de todas las mamás del mundo, a las que ahora, ante la proximidad del próximo domingo calificado como "Día de la Madre", quiero ensalzar y rendir este homenaje. Todo el santo día están bregando, e incluso por la noche si hay criaturas recientes, pendientes de las necesidades del propio hogar, y fijándose también en las vicisitudes de los domicilios de vecinos y allegados, sobre todo si son gente de edad, colegios de los hijos, la parroquia, y lo que se quiera añadir en cada caso. Aún me parece escuchar la diaria solicitud de mamá preguntándonos todas las noches: -¿"Qué queréis de comida para mañana?", pregunta de la que nos desembarazábamos con un insensible "-No sé, mamá, lo que a ti se te ocurra?" y nos quedábamos tan panchos sin descargar a nuestras madres de ese diario desvelo.