En un país en el que lo más normal en cualquier deporte es escuchar insultos al árbitro o gritos nada cariñosos al equipo rival, una aficionada al hockey sobre patines sorprendió ayer en el partido del Liceo en el Palacio de los Deportes de Riazor al decir piropos amables a un jugador del Lleida. "Resiliencia", "amigo de sus amigos" y "habilidades sociales" fueron algunas de las características que la chica alabó de Andreu. Tal fue el revuelo en la grada, que el speaker se acercó a la seguidora para que contase a los demás el por qué de su afición.