Concluidas las elecciones nacionales, la garlopa europea (UE) ha dejado a la intemperie sus firmes exigencias, imprescindibles para recuperar crédito y confianza ante sus instituciones y atacar, sin paliativos, el agujero del déficit público que el nuevo gobierno español evalúa aminorar en 26.000 millones de euros, cuatrianualmente, es decir, el "impuestazo" que en lenguaje político al uso será presentado como "un esfuerzo solidario temporal" a cargo del asalto a nuestros bolsillos. La noticia no ha empañado el interés por los comicios municipales del próximo 26-5. Si consideramos que el voto local, el menos utópico, circula en la dirección, casi siempre, de que no se repita más de lo mismo. La legislatura municipal ha sido laberíntica, cuyo balance es la realidad que ofrece. El cuidado y mantenimiento de la urbe no es un buen ejemplo y el ornato de nuestros jardines, en este mes florido por excelencia, no es lucido, porque los jardines son obras de arte, sujetas a ese cuño misterioso llamado estilo. Los partidos políticos comienzan a zafarse del letargo poselectoral; el PSdeG, beligerante con su socio del bipartito; la Marea, en lucha contra la realidad mejorable; el PP, en búsqueda de mayor visibilidad y, al BNG, le aconsejan psicoanalizarse. El Centro de Salud de Santa Lucía, la humanización de la avenida de Alfonso Molina, airear proyectos son el marchamo municipal de los técnicos propios, las denuncias del colectivo de Ingenieros por la "manifiesta ilegalidad" de adjudicaciones directas, vinculadas a servicios municipales, etc. y la beligerancia institucional que serpentea, aconsejan a los candidatos una visita previa por el bien organizado Archivo municipal para conocer el cuadro histórico de La Coruña, que les servirá de guía en su cometido edilicio. El Archivo lo dirige la cronista oficial de La Coruña, Doña Mariola Rodríguez Suárez, de acreditada formación académica. En el orden institucional, se estima necesaria la colaboración del Ayuntamiento en actos culturales y de añeja tradición coruñesa, como la Función del Voto, la Fiesta de la Patrona o la más reciente Semana Santa, tan rentable para nuestro turismo. Conviene señalar que aquí no existe agobio espiritual, pero importa, "es una meta a la que la beatificación no llega", escribió García Sabell. García Márquez lo concretó: "El humanismo cristiano es el único gran movimiento de regeneración".

Otrosí digo

Acaba de cumplir 102 años doña Encarnación Placer Cuíña (17-4-17), natural de Pontedeume, asentada hace más de medio siglo en La Coruña. Mariscadora en su juventud, pronto pasó al servicio de una de las familias patricias coruñesas (Losada-López Rúa). Por su inteligencia y laboriosidad, doña Encarnación no solo se entregó a los nuevos hábitos profesionales, sino que pasó a formar parte de hecho y hasta la fecha de tan reconocida familia y convertirse por su fidelidad y grandeza en un distinguido arquetipo. Consumada su jubilación, continúa integrada con los descendientes de los Losada-López Rúa y sus bisnietos, hoy la familia Molina-Losada-López Rúa.