Los "minutos basura", denominación popular referida a las postrimerías de cualquier actividad pública o acontecimiento competitivo, coinciden actualmente con la crisis de la recogida de basuras en La Coruña. Este hecho tiene su antecedente en la época del bipartito PSdeG-BNG, con las vicisitudes en la planta de Nostián, cuyos destellos enseñorearon de aromas "purificadores" del impoluto aire mareiro de nuestra ciudad. Hubo alguna concejala que llegó a responsabilizar el cheirume a problemas nasales. Ahora, con otro bipartito en los "minutos basura", vuelve a cuestionarse el capítulo de Medio Ambiente en la recogida y traslado de desperdicios a la factoría de compostaje. Estos avatares, coincidentes con el mismo patrón político, llevan al vecindario a la conclusión de que los partidos bisagra y los bigobiernos no resultan demasiado rentables, porque suele primar su afán de integración en el poder y ejercerlo compulsivamente. Son, en términos generales, coaliciones que no se revelan como una minoría operativa, antes bien son aleaciones inflamables que tratan de invadir espacios para aplicar su intervencionismo coercitivo. Nunca han dado resultado, al menos en Galicia, por la sumisión a sus terminales políticas, bien sea provinciales, regionales a nacionales, y no son capaces de maquillar tal subordinación a la zoopolítica superior, ni tampoco a la demagogia, esparcida de modo perverso, sobre prioridades imaginarias.

El lenguaje alternativo suele prodigarse para edulcorar los asuntos de economía, cuando se avizoran nubarrones. "Ajustar" por ejemplo significa "subir las tarifas" o "racionalizar el gasto" se traduce por futuros ERE. Parece que en Bruselas son demasiado avispados, y han puesto reparos al informe del Ministerio de Economía, remitido sobre programa de Reindustrialización y competitividad Industrial (EACI), que ofrece pérdidas de 438 millones de euros desde 2008, con un coste financiero y morosidad elevados, además „se señaló„ de una gestión deficiente según la AIReF española. La ministra de Economía lo presentó así: "La AIRef recomienda un esfuerzo en la definición estratégica de cara a mejorar los resultados del programa y reducir la morosidad". Por lo visto, tuvo éxito.