Vegetando a mi edad en una residencia de mayores, te tenido la satisfacción de tener ante mi presencia la imagen viva de la que fue nuestro cancerbero en la época de Acuña, Juan Ignacio Otero Couceiro...

Y recordándole su buena trayectoria y su buen hacer en nuestro Deportivo, no pude por menos que expresarle mi cariño, desde la ciudad en que le vio nacer, y darle ánimos para que su luz no se extinga y pueda todavía iluminarnos con su presencia, y así tenerle entre los todos los seguidores que le hemos aplaudido y gozamos durante su presencia en Riazor y en los desplazamientos en los que le hemos seguido con su presencia.

Que la vida que dé la salud necesaria ante nuestro calendario que nos queda por vivir.