Según un informe de la empresa Control, especializada en productos relacionados con la actividad sexual, un 38% de jóvenes mantiene relaciones sexuales a través de medios digitales. Un fenómeno que puede causar desconcierto en buena parte de quienes nacimos cuando el teléfono fijo era un artículo de lujo con escasa presencia en los hogares españoles, pero que considero habría tenido igual o mayor penetración entre la juventud del momento si la oportunidad tecnológica lo hubiera permitido. La forma de vivir la sexualidad no permanece estática, aunque lo relevante es que el movimiento no conduzca al abismo de la violencia, el sometimiento, la frustración, la insensibilidad o la baja autoestima.

No formo parte de movimientos contra la industria de la pornografía, sin embargo, tampoco creo que sea el instrumento más apropiado para obtener información e iniciarse en la sexualidad, pues predomina el placer unidireccional, la cosificación de la mujer y la carencia de afecto, pudiendo favorecer una idea del sexo alejada de la responsabilidad, el respeto y la satisfacción mutua.