Desde la apertura del carril bici metropolitano por el centro de la ciudad es frecuente ver que lo usan no solo bicicletas en sentido contrario al obligatorio, sino también patinetes eléctricos y corredores que además también van en la dirección opuesta, con el consiguiente peligro que suponen. A ellos se sumaron el domingo unos jóvenes en monopatín, por supuesto también en sentido contrario.