Han sido designados discrecionalmente 27 asesores municipales; 27, número igual al de miembros de la Corporación Municipal de La Coruña, cuya tarea, además de alumbrar conceptos, será superar la crónica disconforme, potenciar la imagen de su poderdante y, primordialmente, administrar su vanidad. El lenguaje político se afirma con reiteración, está devaluado y no basta con buscar la frase certera, hay que evitar que las "genialidades" del político incurran en casuismos y lugares comunes y que la erogación gráfica e informativa hagan huella en el estado de opinión, esa especie dionisíaca que lo mismo crea que destruye. El galego o sea el bilingüismo light de Feijóo (el Parlamento de nuestra región es el único donde no se habla español), ha hecho su aparición en el hemiciclo municipal coruñés al alimón de Un vento que pasa, obra de Alfredo Conde, escrita en gallego auténtico; aquel gallego, galaico-portugués, que se transmitió de generación en generación, de convivencia familiar y social. "Eu son gallego „dice Conde„ e escribo nesta lingua. Pero non estou disposto a abandonar ningunha das dúas linguas". Conde, exconselleiro de Cultura, es uno de los escritores más laureados de Galicia „entre otros, Premio Nadal, Premio Nacional de Literatura, Premio Grinzane Cavour de Italia y una etcétera de premios regionales„, no se ha dejado seducir por el galego, si se trata de ser utilizado como ideario nacionalista, en el que se han incorporado recientemente palabras como "pobra, quenza, grazas" o "mar ovellado", que ya forman parte del vulgo. En la vida municipal, no deben primar los postulados del populismo, llamado de "progreso", como aire y espuma del discurso oficial. Sus recetas suenan bien pero carecen de la facundia inteligible, que viene a ser la belleza del lenguaje político. Ya en sus aposentos, los actuales gobernantes locales pónganse a desbrozar el trabajo pediente, recuperen la relación institucional y muestren vocación de elocuencia que es la expresión superior de la Cultura. No se puede seguir viviendo del aire de cohetes de feria y soplar de gaitas.

Sería saludable que los nuevos asesores tuviesen como fuente de documentación el magnífico Archivo Municipal, regentado por su acreditada profesional doña María de la O Suárez Rodríguez, que además ostenta el honroso cargo de Cronista Oficial de La Coruña. Cortesía obligada e interés profesional, también.