Los prelados españoles que consideran la homosexualidad un pecado o una aberración que tiene, sin embargo, cura no están solos en su apreciación de tales inclinaciones sexuales.

También cree que puede curarse ese supuesto vicio contra natura nada menos que el ministro de Educación israelí, Rafael Peretz, según ha declarado él mismo a la prensa.

Peretz, que ha sido director de escuelas religiosas y rabino y que, en su condición de miembro del partido Hogar Judío, forma parte de la coalición gobernante, asegura haber probado él mismo en las Fuerzas Armadas la eficacia de ese tipo de terapias.

Sus extravagantes afirmaciones causaron lógica indignación en Israel y por supuesto no solo en la comunidad homosexual sino también en el colectivo de maestros y profesores, que exigieron su inmediata dimisión.

También el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó de "inaceptables" las palabras de Peretz y aseguró que no reflejaban de ningún modo la posición del Gobierno.

Nada de ese ocurrió, sin embargo, según cuentan algunos medios, con otras declaraciones que hizo el ministro en la misma entrevista con la televisión israelí y que no tuvieron el mismo eco ni parecieron escandalizar ya a nadie.

Peretz se declaró en ellas partidario de la anexión total por el Estado judío de la Cisjordania ocupada, lo cual viola, como sabemos, todas las resoluciones de las Naciones Unidas sobre el problema palestino.

Preguntado el ministro ultra qué haría en ese caso con los millones de palestinos que allí viven, Peretz respondió: "Nos ocuparemos de sus necesidades".

Quien le entrevistaba le hizo ver que eso equivalía a instaurar en Israel un régimen de apartheid. "Es un asunto complejo", se limitó entonces a contestar aquél.

También se ha filtrado que en una reunión del gabinete, Peretz llegó a calificar de "segundo holocausto" los matrimonios mixtos de judíos y no judíos en Estados Unidos. ¡Y luego se quejan algunos de la banalización de la Shoah!

Semejante personaje ocupa nada menos que la cartera de educación en el Gobierno del mayor aliado que el supremacista presidente de EEUU, Donald Trump, tiene en Oriente Medio. Tal para cual.