Ha recogido Sánchez 124 síes, 170 noes, 66 del PP, 57 de C's, 24 de Vox, 14 de ERC, 4 de JxCat, 2 CCanaria, 2 de Navarra Suma y 1 de Montero y 53 abstenciones, 42 de Podemos, 6 del PNV, 4 de Bildu y 1 de Compromís. Si el jueves los 155 noes de PP, C's, Vox, JxCat, CC y NS, se mantienen como es de prever a juzgar por lo sostenido en los debates de ayer y hoy, Sánchez necesitará los 43 votos de Podemos para ser investido porque no le bastan los 26 de ERC, PNV, Bildu y Compromís, si los de Podemos votan no o se abstienen. La posibilidad de que los 4 noes de JxCat cambiasen a síes, permitiría la investidura de Sánchez con 154 votos a favor, 151 en contra y la abstención de los 43 de Podemos, pero no si votan en contra.

La pelota, pues, en el tejado de Sánchez e Iglesias. Si Podemos apoya a Sánchez sin ministerios a cambio es que Iglesias es un primerizo ignorante e ingenuo y perderá todo su capital político. Como no lo es lo apoyará a cambio de estar en el gobierno con varios ministerios y acaso con una vicepresidencia para su mujer, es decir, estará Iglesias en el Consejo de ministros por personas interpuestas pero estará en serio y con poder. Para qué, pues para gobernar mano a mano con Sánchez y encima capitaneará la oposición de izquierdas al PSOE en el Congreso compitiendo con los socialistas por sus mismos votos. Que Sánchez no lo dude porque Iglesias es mucho más largo, más mediático y más ágil que él como quedó demostrado en los debates. Porque no se corta un pelo en manejar a su conveniencia la información a la que tendrá acceso y porque no dudará en poner a Sánchez en serios apuros en cuanto la ocasión le sea propicia y su astucia se lo aconseje. Sánchez cree que vetando la presencia de Iglesias en el gobierno bastaba pero pronto se dará cuenta de que las cosas con Iglesias no funcionan así porque aunque de momento parece, ya veremos, que renuncia a mucho a cambio de ministerios, Iglesias también aspira a la presidencia.

De los dos días de debate destaco a Casado, muy bien de formas y, sobre todo, de contenidos y a Iglesias, como digo muy superior en formas, argumentos y claridad a su oponente principal, Sánchez. De éste nada que no se supiera. Su desnorte habitual y como dijo Abascal en castizo, le da lo mismo Juana que su hermana, el caso es seguir en la Moncloa. Se lo dijo con agudeza Casado, usted exige la abstención a PP y C's para gobernar en coalición con Podemos, por qué no se abstiene el PSOE y deja gobernar a PP y C's que también suman 123 escaños. Y a Podemos lo nombra socio preferente pero no lo quiere en el gobierno provocando la irritación de Iglesias con toda la razón. Sánchez rebaja la política a cambalache, a engaño, a improvisación y a un desprecio palmario a los millones de votantes de los partidos que no le aplauden con las orejas.

Del resto interesa, por sus 14 diputados y su crecimiento evidente en Cataluña, la posición de Rufián de exigencia y de advertencia a Sánchez que, hay que reconocerlo, en su respuesta a Rufián y a la portavoz de JxCat expuso con claridad y contundencia la posición constitucionalista, que es la del PSOE de González, la del PP y de C's. Sus palabras correctas en esta ocasión sí, pero no faltan otras suyas que llevan a dudar de la consistencia de su posición frente al desbarre independentista, entre otras cosas porque el PSC pesa mucho. Del PNV, de Bildu, de los regionalistas cántabros y demás nada que comentar, ya lo harán en sus pueblos y parroquias.