Cuando no vale el desatascador casero, ese de goma con un mango de madera que casi todos hemos manejado alguna vez, y comprobamos que fracasan otros intentos, como el de echar ácidos corrosivos „procedimiento que me da pavor„, hay que recurrir a empresas especializadas, esas que portan unas cubas y un compresor en un camión para meter un chorro de agua a presión que se lleva por delante todos los atascos posibles. Pues algo así es lo que me imagino que acabará pasando ante el ineficaz parloteo para formar gobierno. Es que cansa escuchar lo mismo una y otra vez. Ocurre igual que sucedió con las diversas etapas del conflicto catalán: la votación y las urnas; la proclama del Parlament de la Generalitat; la fuga del Puchi; el 155; el procés...Ya cansa. De una vez por todas, los que tienen que decidir, que negocien y pacten. No dudo que acabaremos saliendo de este atasco y habremos vuelto a aplicar una lección ya repetida: que con la diversidad de partidos y opiniones hoy vigentes en esta España plural y diversa hay que negociar. ¿No nos suenan expresiones tales como tripartito, cuatripartito, incluso gobiernos con cinco fracciones electorales?