Atópico, así se define él porque se considera fuera de lugar, en "sitio distinto, desubicado. Tanto que apenas habla de lo que piensa porque estima que está fuera de la lógica normalizada y, por supuesto, de la corrección política. Y me pone un ejemplo:

-Mira, yo creo que España no es una, como dicen los patrioteros, ni dos, para que una sea la que te "hiele el corazón", como lúcidamente dice el poeta, sino que en realidad hay tres Españas bien diferenciables por sus características económicas, históricas, demográficas y políticas. Yo las llamaría la España per se, la España per áccidens y la España in dubio. Pero convendrás conmigo que esto, a día de hoy, no hay quien se lo trague.

"Eso seguro", pensé para mis adentros, pero el gesto que me salió debió sonarle a perplejo, porque decidió seguir explicándose.

-Es que el problema no es Cataluña o Euskadi o quien coño sea, sino que nuestro problema, el de todos, es España, que nunca hemos sabido bien lo que es en realidad y, por tanto, carecemos de un proyecto común, de Estado, asumido básicamente por todos los países, naciones, regiones, provincias, comunidades o lo que coño seamos, que tampoco está claro.

-Está bien „dije yo„ pero explícame bien eso de la España per se, per áccidens o in dubio que, de momento, solo me deja ver tu deformación profesional de jurista.

Se concentró un momento, echó un trago y se lanzó:

-La España per se es la que se sabe y se cree España esencial, desde siempre y para siempre. La España per áccidens es la que acepta mal o no acepta ser España, pero cree y sabe que lo fue y aún lo es por circunstancias históricas que pueden y deben cambiar. Y la España in dubio sabe que lo es por circunstancias pero aún no tiene claro si le convendría seguir siendo España o estaría abierta a una propuesta distinta. Y estas tres Españas son mayoritarias en unos territorios y minoritarias en otros, lo que debería aclararse antes de nada.

Acepté lo desubicado y atópico de sus reflexiones pero le aclaré que no hay razón para ocultarlas y que, de seguir hablando, yo lo contaría porque no está de más conocer ideas o pensamientos nacidos en "sitio distinto". Quedamos para el martes, no en sitio distinto, sino en el mismo sitio: el Bar de Nely.