Puede negarse que el nivel actual de actividad humana tenga efectos dañinos para el medio ambiente y la vida en el planeta, pero las evidencias científicas señalan que la contaminación va en aumento, que la diversidad de especies animales y vegetales disminuye a un ritmo acelerado y que los glaciares están en vías de desaparición; también es posible dudar acerca de la relación existente entre la longevidad y la precariedad, pero las estadísticas revelan que la esperanza de vida entre los países más y menos desarrollados varía de manera significativa; y puede sostenerse que la cultura machista es una percepción que no responde a la realidad, sin embargo, los datos sobre delitos contra la libertad sexual en España corroboran que más del 94% de los casos de acoso, abuso y agresión son protagonizados por los hombres.

Cada día es mayor el número de manifestaciones promovidas por mujeres de distintas condiciones, países y continentes denunciando ser víctimas de la discriminación y la violencia de género, y las cifras al respecto no parecen formar parte de rabietas, fantasías o estrategias desestabilizadoras carentes de sentido.