En los meses de calor, a las palabras les pasa como a las moscas, que zumban a nuestro alrededor, son picajosas, no sabemos cómo librarnos de ellas y acaban por agobiar. El escritor gallego Julio Camba dejó escrito que las más pesadas de todas las moscas eran unas nacidas y criadas en Pontevedra. A él le habían molestado durante sus vacaciones de verano en Galicia „contaba en una tertulia madrileña„ pero no pudo librarse de ellas y lo siguieron durante su regreso a la capital de España. "Por cierto „dijo mientras se levantaba precipitadamente„ que las veo venir hacia aquí". Y aprovechó para marcharse. Estas palabras que paso a analizar fueron algunas de las que con más frecuencia nos importunaron durante un verano que ya declina.

Gobierno de cooperación.- Expresión que puso de moda el PSOE cuando los resultados de las elecciones le hicieron ver que necesitaba los votos de Unidas Podemos para gobernar. Al alto mando socialista le hubiera gustado más que su pareja de baile fuese Ciudadanos (centro derecha liberal o similar) pero el partido que dirige Rivera está ocupado de momento en desplazar de ese espacio político al PP de Casado. Cooperar es ayudar desinteresadamente sin esperar nada a cambio (como si fuese una ONG política) pero Iglesias dejó muy claro que la asistencia en carretera había que pagarla con varios ministerios, un precio que Sánchez se negaba a aceptar.

Gobierno de coalición.- Proyecto que significaba la presencia de algunos ministros de Unidas Podemos en un Gobierno presidido por Sánchez, si bien las carteras a ocupar carecían de la importancia requerida por Iglesias. Y tampoco valió de nada que el máximo dirigente podemita renunciase a participar en ese Gobierno a título personal para facilitar las cosas. Sánchez alegó que los de Podemos pretendían una autonomía de gestión que en la práctica los convertiría en un Gobierno dentro de otro Gobierno.

Gobernanza de alto nivel.- Último invento de la factoría mediática de Sánchez. A partir de un programa político "progresista", se ofrece a los podemitas la posibilidad de ocupar altos cargos de la Administración que no supongan presencia en el Gobierno. Quizás una secretaria de Estado, quizás la presidencia de algún organismo importante. En eso están ahora.

Elecciones generales por imperativo legal.- Nadie dice quererlas (y el primero de todos Sánchez) pero todos se preparan para entrar en una inminente campaña electoral mientras se acusan unos a otros de falta de diálogo y de sentido patriótico.

Humillación.- Recurso dialéctico victimista de Iglesias para expresar los sentimientos de sus votantes ante los continuos desaires de Sánchez.

Transversalidad, relato, sobre la mesa, etc., etc. Palabras todas que zumbaron sobre nuestras cabezas durante buena parte del año pero que hay que esperar que desaparezcan poco a poco a medida que entre el otoño. Es de esperar que algunas de ellas desaparezcan con los primeros fríos. Si el cambio climático lo permite, claro.