El Ayuntamiento de A Coruña se propone abordar inmediatamente la confección de sus nuevos presupuestos municipales, la "carta magna" local, que mide el sangrado bolsillo del ciudadano. La credibilidad de esta tabla contable se valora tanto por su aplicación como por la relevancia técnica de sus responsables. La aprobación anual es teóricamente una guía que, a veces, se convierte en mero trámite, porque es susceptible de modificaciones posteriores, casi siempre, según convenga al equipo gobernante. Lo indudable es que los gobiernos tripartitos, como en este caso, suelen ser más costosos y menos funcionales, porque tratan de dar privilegios crematísticos parecidos a todos sus componentes, incluso en rescatar a descolocados, cuya tarea resulta complicada a la hora de asociar el bolsillo al desarrollo neuronal... Hay que vigilar con rigor el maná de inversiones y la erogación de fondos que suelen utilizarse para engrasar la línea del torzal que une al elenco gobernante con sus socios protésicos. Las consecuencias políticas tienen su correlato económico, porque el dinero público deriva al clientelismo en los llamados "gobiernos de progreso", aunque traten de envolverlo en subterfugios impositivos gradualmente escalonados. Es el capítulo del Bienestar Social, a nivel doméstico, cuyo camino, decía Groucho Marx para por las tablas del vodevil. Los gobiernos tripartitos suelen incrementar la melisa administrativa, asesores, agentes de marketing, y esta vez con dos potentes "coberteros" de la alcaldesa. En cualquier caso convendría dar detalle al vecindario del montante destinado y, sobre todo, evitar mayor presión fiscal, mejorar la gestión y menos propaganda. Es decir, evitar que bambas, gedeones y "arrimadizos" traten de poner los pies delante de los zapatos.

Se proponen trasladar el Archivo municipal al antiguo edificio del Gobierno Militar, que fue Intendencia del Reino de Galicia y, con anterioridad palacio de los Marqueses de Camarasa, donde estuvo alojado Carlos I. En fecha más reciente el edificio estaba predestinado a la sede del Centro Español de Estudios Europeos, pero la "capacidad negativa" del olvidable tripartito no la abordó.