El patinete, según la RAE, reúne tres características: es un juguete, lo usan los niños y se impulsa con un pie. Cabría pensar, pues, que cuando ya no es un juguete, lo usan mayores sobre todo y lo mueve un motor eléctrico ya no es un patinete. ¿Hará falta entonces buscar otra palabra para nombrar esa nueva criatura cuya forma semeja un patinete pero ya no lo es por sus características?, ¿o bastaría añadir el adjetivo "eléctrico", aunque desnaturalice el sustantivo? Tranquilos, así ocurre con todo. Tampoco un individuo humano de corta edad que supera en capacidad tecnológica a sus papás y puede denunciarlos si hacen un gesto amenazando con un cachete es ya un niño, valga el ejemplo, y no por eso vamos a cambiar su nombre. Esto, además, nos arregla el problema del patinete, pues ya no los habría, al faltar los niños que según la RAE los tripulan. Ahora, simplemente, todo es otra cosa.