Por tercera vez en 24 horas la estrategia de Boris Johnson para salir de la Unión Europea el 31 de octubre cueste lo que cueste ha sido derrotada en la misma Cámara de los Comunes que semanas atrás rechazó el acuerdo alcanzado por Theresa May y que permitió la elección de Johnson como Primer Ministro. Si el Brexit se había convertido en una especie de laberinto sin salida, ahora ya es uno de los más graves problemas políticos y económicos con los que se ha enfrentado Gran Bretaña desde la abolición de la política colonial. Pero también lo es para la Unión Europea, que se niega a renegociar el acuerdo alcanzado con la señora May, puesto que le considera como el único posible.