Las plantas son las nuevas mascotas, según un vendedor de plantas y greenfluencer que argumenta que los humanos sentimos el instinto de cuidar y al tener pocos hijos...

Urge que la industria química trabaje en la síntesis de proteínas que nos den de comer en el futuro porque los veganos de hoy serán los carnívoros del mañana. Las plantas son seres sintientes a las que se pone a Mozart para que crezcan y se les debe hablar suave para que luzcan sus hojas y flores con autoestima.

Desde los avances de la neurobiología de las plantas será muy fácil conmover las conciencias para que no desgarren con sus incisivos redondas, rojas, brillantes y tersas manzanas, ni trituren con sus molares la larga cabeza verde de una lechuga romana. Para no hablar de los vampiros del tomate.

De momento, las plantas son las nuevas mascotas que no hace falta sacar a pasear ni recoger sus mierdas. Pero, ¿por qué no sacarlas a pasear? Si se paseaban chiquillos adornados como repollos, ¿por qué no presumir de repollos adornados como chiquillos? Si se infantiliza a los perros, ¿por qué no a los geranios? Las plantas pasarán a ser chico o chica en el mismo proceso por el que los perros dejaron de ser "macho" o "hembra".

Valoraremos al paseante de cactus como al adoptante de un perro de raza potencialmente peligrosa y el que pasee una planta de marihuana hembra no nos parecerá trigo limpio. Los ayuntamientos encontrarán manera de cobrar un canon por las plantas, habrá animación 3D de Los fruttis y pena familiar cuando muera una planta y haya que organizar su desentierro. Revisemos: ¿Loca la mujer del leño de Twin Peaks? No, solo es que la sociedad insensible era incapaz de oír lo que nos hablan las plantas.