La imagen de un grupo de jóvenes haciendo autoestop en la carretera es más común en las películas „donde no está prohibido„ que en la ciudad, aunque una estampa de esas salió ayer de la ficción para colocarse bajo el puente elevado que une la estación de bus con la de tren. Tres jóvenes con un cartón que ponía Oporto saludaban a los coches en busca de alguien que les acercase a su destino.