La política debería ser la senda de trabajo para solucionar el problema de Cataluña, donde el diálogo y más diálogo es fundamental.

No procede volver a plantear el artículo 155, pues sería repetir lo que no solucionó el tema y sí acentuar el independentismo.

Tampoco se puede aceptar un referéndum de autodeterminación porque por ese camino damos opción a fraccionar el Estado, y además no entra en el marco de la Constitución. Lo que no se entiende es que partidos de izquierda como Podemos o Izquierda Unida apoyen ese referéndum, pues la izquierda debería ser solidaria y necesitamos todas las autonomías con los impuestos coordinados para mejorar la educación, la sanidad y garantizar el futuro de las pensiones en todo el Estado.

Lo ideal sería contar con un amplio consenso en el Congreso para plantear la reforma del Estado autonómico y pasarlo a un estado federal, donde el Senado coordinará todos los estados y ahorraríamos mucho dinero pues eliminaríamos lo duplicado.