Cuando se cumplen nueve años desde la implantación de la nueva ley antitabaco en enero de 2011 ha vuelto a subir la cifra de fumadores/as, en los últimos tres años de un 21% al 23%, hecho que demuestra que la ley necesita de nuevo una reforma con nuevas restricciones. También se necesita un mayor seguimiento y control de los gobiernos responsables de su cumplimiento, pues existe una gran dejadez y relajación que facilita el aumento de fumadores.

El tabaco es sin duda la adicción más mortal que existe junto con las drogas, pues son más de 50.000 muertes al año por el tabaco y el cáncer de pulmón, el más habitual. Hay que mentalizar a los fumadores habituales con campañas informativas a través de los medios y las redes sociales, medio este habitual de los jóvenes y así evitar su iniciación en este hábito, también estaría bien aumentar el precio de la cajetilla, el tabaco de liar y aplicar el envase neutro recomendado por la OMS en 2008, etc.

Después de estos nueve años también nos han demostrado que hay que prohibir fumar en las terrazas ya que no cumplen la normativa, pues en la mayoría de casos están totalmente cerradas, así como los estadios de fútbol, paradas de bus y eventos deportivos y vigilar el cumplimiento en los hospitales.

Por último, como exfumador desde hace cuarenta y seis años quiero recomendar a los jóvenes que no se inicien en este hábito pues aunque de joven no se noten los consecuencias, de mayor te fastidiará la vida ya que el tabaco tiene memoria.