Seis han sido las fechas oficiales que se dieron para terminar las obras del AVE a Galicia, 2005, 2010, 2012, 2015, 2018 y 2019, pero el AVE todavía no ha llegado. Y empezamos 2020. Ya están terminadas las obras de infraestructuras, "ahora los que tiene que correr -me confiaba un ingeniero de Caminos de una de las empresas constructoras- son los de montaje de las vías y que no se sigan peleando los del Ministerio de Fomento y Adif". Desvelado queda. Está visto que en el tema ferroviario estamos esquinados, y no vamos a renegar por ser la esquina noroeste de la península con una orografía endiablada, pero es que además nos estrellamos con otros intereses que pugnan por atraer la atención preferente de la Unión Europea y de los Ministerios sean de Obras Públicas o de Fomento. El llamado Corredor Atlántico no es, para Europa y España, tan atractivo como el Corredor Mediterráneo. Contra eso se entienden bien las uniones de las fuerzas vivas de las regiones del Noroeste, a nivel de Cámaras de Comercio, de dirigentes de Autonomías, o de presidentes de puertos del Estado de Galicia y Asturias, como fue la reunión del pasado 17 de diciembre en Vigo, auspiciada por Prensa Ibérica, el grupo editorial de este diario, para reclamar unos enlaces ferroviarios eficaces a ciudades y puertos del Noroeste.