César: "El espejo del tiempo tiene extrañas formas de reflejarte cuando te pilla desprevenido y no estás con las barreras de autoprotección activadas. Me ocurrió esta mañana, y era una mañana especialmente agradable porque tenía ya mi ascenso en el bolsillo, ayer me reconcilié con Julia y Ana (a la primera le prometí que dejaría a la segunda, a la segunda le juré que lo de la primera solo había sido un coqueteo banal) y el dolor de la muela del juicio casi había desaparecido. Y entonces, la pregunta inoportuna e inocente: ese tipo que viene por la acera, ¿no es...?

Y, de repente, 30 años se esfuman y la calle se transforma en un pasillo flanqueado por aulas con olor a lápiz, tiza, gomas y sudor que da un vuelco a la memoria. Recuerda: Velasco. El gran Velasco, con quien te divertías inventando motes a los profesores más odiados, con quien fuiste por primera vez a ver una película para mayores de 14 acompañados, el atrevido que le habló a Paula de ti, convenciéndola para que fuéramos al cine los tres y no presentándose luego por una calculada diarrea que me dejó solo con la chica de ojos tristes que un día me besó por sorpresa en la playa. Le perdí de vista cuando terminó el colegio, pero quedó atrapado en los pliegues de la memoria. Certezas: cuánto tiempo. Mentiras: estás igual que siempre. Curiosidad falsa: ¿y qué es de tu vida? Dardos: ¿y sabes algo de aquella chica que te gustaba?, ¿cómo se llamaba? Heridas: Paula, se fue a vivir a Manchester, no volví a saber más de ella. Y falsas promesas. Tenemos que llamarnos y salir un día. Más mentiras: buena idea. Pero ninguno da el paso de intercambiar números de teléfono. Mejor así. Y, tras la despedida cordial, la sensación molesta de haber abierto una puerta que es mejor mantener cerrada, porque al otro lado hay preguntas insolentes. ¿He cambiado tanto como él? ¿Tengo esa misma mirada de dócil resignación? ¿Ofrezco el mismo aspecto de cuarentón devaluado? ¿Soy un superviviente que ha cambiado sus sueños por ridículas satisfacciones que no llevan a ninguna parte? ¿Por qué diablos no cambié de acera cuando aún estaba a tiempo?".