Inés Arrimadas llegó el otro día a Antequera a ver si es posible que salga el sol para su partido. Allí estaba Juan Marín, que la piropeó políticamente. Dijo el vicepresidente de la Junta que Arrimadas es la persona indicada para dirigir la formación, lo cual es un aval importante, se supone que es el aval de Ciudadanos Andalucía, que aunque opción a la baja en el mercado electoral sureño toca poder y con poder siempre es más fácil recuperarse.

Ciudadanos tiene previsto celebrar un congreso en marzo y de momento se disparan los movimientos críticos y también los oficialistas. Todos quieren tomar posiciones y parece que Arrimadas, aunque tenga contrincantes, no va a tener rival de importancia. Todo puede ser que se les ocurra organizar unas primarias y se lleven una sorpresa. Pero la gran pregunta, además de quién, ha de ser para qué. Es decir, ¿va a salir del congreso de marzo un partido reformista, de centro, jacobino y que evite la influencia nacionalista pactando ora con el PSOE ora con el PP? ¿O, por el contrario, va a salir una opción más de derechas que compita con Vox y con el PP al que alimenta de continuo? Para esta segunda opción es mejor no hacer congreso. Ya la practican y el resultado es enfilar el camino de la extinción. Ya hay un importante trasvase de Cs a Vox, cuando lo interesante sería tal vez un Ciudadanos que fuera simpático y apto para desencantados del PSOE.

Ahora, como corolario de los párrafos anteriormente escrito, está uno tentado de escribir la muletilla "en fin, ellos sabrán". Pero no. A la vista está que no han sabido consolidar una opción que a punto estuvo de ser la primera, la favorita, la que aglutinara la mayoría social. Recordemos que no hace tanto, el PSOE y sobre todo el PP estaban carcomidos y Ciudadanos subía de continuo. Arrimadas sigue su gira triunfal por provincias, cosechando buenas críticas y escasos pateos. Dilapidó el capital político que adquirió en Cataluña con singular valentía, pero el graderío naranja espera que eso no le pase en el conjunto de España. Unos creen que se le está poniendo cara de Rosa Díez y otros la ven con mucho futuro. Marín la alaba mucho. Así también conjura cierto peligro, se especuló con ello, de que Arrimadas pudiera optar a ser candidata por Ciudadanos a la presidencia de la Junta.