Los buenos resultados del aeropuerto de Alvedro -recordamos construido a expensas del vecindario coruñés- pese a la escasa atención del Ministerio de Fomento (hoy de Transporte), nos trae a la memoria el nombre de D. Nicanor Tabuyo (q.d.e.p.) a quien el Gobierno municipal de Carlos Negreira acordó dar su nombre a una calle de nuestra ciudad. El Sr. Tabuyo no solo prestó su aval personal para activar las obras de acceso a la navegación por la parte del monte Xalo, sino que facilitó maquinaria apropiada para el desmonte. Su filantrópica actuación no se consigna en el marco de ninguna trena ( do ut des) "te doy para que des", ni en el chalaneo entre los poderosos y quienes manejaban los resortes de decisión a la hora de repartir honores ciudadanos. El desmoche realizado en el nomenclátor callejero registra errores de bulto, que en estas páginas hemos señalado sin que nadie usara la curiosidad para corregirlos. La curiosidad, insistimos, que es la cortesía de la inteligencia, tampoco se hizo presente en algunas distinciones que buscaban apoyos mediáticos, cuando se acaban las elecciones. Hoy podemos señalar que el embozo informativo al servicio de alguien ya no es suficiente. Tan descorazonador resulta despojar, a veces por tintes ideológicos, del máximo honor cívico a un ciudadano como, en ciertos casos, conocer los méritos invocado para premiarlos. El tiempo nos demuestra que para los honores sobran las máscaras. Si volvemos al aeropuerto, a los cuales en nuestro país se les ha adjudicado nombre de ciudadanos distinguidos, nos permitimos sugerir que Alvedro lleve el de D. Amancio Ortega, actualmente el mayor benefactor de Galicia y el vecino de La Coruña más universal. Sus méritos, huelga consignarlos.

Fraga decía que "los socialistas solo aciertan cuando rectifican". La historia acaba de confirmarlo. El acalde socialista D. Javier Losada consideraba el botellón como "un acto de convivencia" hasta que los vecinos de San Agustín lo llevaron (el botellón) a las puertas del domicilio del propio regidor que los ahuyentó con la Policía. Ahora la alcaldesa, también socialista, trata de utilizar todos los medios a su alcance para alejarlo de los devastados Jardines de Méndez Núñez.