Iniciada la actividad electoral, en Galicia, el panorama ofrece una visión dual ya conocida. De un lado, la oposición hurgará en el clima de intrigas y, del otro, la narcolepsia televisiva, que suelen padecer los distintos candidatos. Como en tantas ocasiones, Beiras no se resignará al silencio y ofrecerá, seguramente, momentos de histrionismo agresivo, y Yolanda Díaz, la flamante titular de Trabajo, se unirá al aeropago gallego, donde las mujeres con mando son un poco revoleras y los hombres un poco canónigos. Como es habitual, vascos y gallegos coinciden en sus comicios autonómicos, pero con planteamientos diferentes. Urkullu se le presenta como un nacionalista bueno. En su programa llevará una serie de peticiones al Gobierno central, que vende a buen precio. Feijóo, una lista de agravios entre los que no será menor la retribución del IVA que se le adeuda a Galicia. Feijóo se las verá durante la campaña con una panoplia de ministros y con el mismísimo presidente del Gobierno, que vendrá a nuestra región a pedir el voto para los socialistas. Feijóo es un veterano gladiador que mantiene sus compromisos y privilegios dentro de las parcelas del poder. Conoce Galicia palmo a palmo y a sus gentes, es decir, la fuerza vital del pueblo gallego, cuya sintonía refuerza su cuerpo de ideas. Para él no existe conflicto entre la conciencia y el poder. El PSdeG se dispone a buscar la adhesión de otras fuerzas políticas y aumentar su costurón adusto con el BNG y la izquierda radical. El objetivo es alcanzar el poder, su programa, "hay que echar a Feijóo".

Otrosí digo

La titular de Adif ha anunciado, con gran despliegue informativo, que el AVE llegará a Galicia en la primavera de 2022. Confiemos que las manifestaciones de la Sra. Pardo de Vera, con familia coruñesa muy estimada, no haya efectuado una promesa lisonjera para calmar la impaciencia de personal al que ya se le han hecho anuncios semejantes. Recordamos las promesas de Zapatero sobre el aeropuerto de Alvedro; entonces era el presidente del Gobierno, ahora visitante en Caracas.