Los casos de coronavirus no se han disparado en España por un repentino influjo chino. Tampoco ha sido decisiva la constatación de que italianos y españoles son tutti fratelli, por lo que los mil casos transalpinos han contagiado ya a catorce países sin que se hable de gripe italiana. Ahí radica el núcleo del error, en que no solo era una gripe. Sibilina o subrepticiamente, Sanidad introdujo la semana pasada "un nuevo protocolo", eufemismo de "una nueva mentira". De repente, se investigarían las neumonías de origen desconocido, que hasta entonces no se habían ligado con el coronavirus. En España, porque el resto del mundo estableció la conexión tiempo atrás.

Es decir, las autoridades no buscaban al coronavirus para no encontrarlo. O lo buscaban donde no estaba, o no lo buscaban donde estaba. Hasta que la fabulación adquirió visos grotescos, porque los fratelli del foco italiano hablaban con toda claridad de la polmonite da coronavirus.

Por ignorancia o deliberación, las autoridades españolas han tardado dos meses en centrar el problema. En enero, la prensa asiática informaba de que "todos los pacientes de neumonía de hospitales de Singapur son analizados". Es decir, mientras se criticaba a China por su negligencia en el origen de la crisis, se imitaba su oscurantismo. De ahí el repentino recuento de 76 enfermos en España (a las siete de la tarde del domingo).

La ligereza en el abordaje de la mayor crisis sanitaria del siglo, según la OMS, se justifica por la sagrada misión de salvaguardar la economía. En cuanto al riesgo de ser descubiertos, se sigue confiando en que la epidemia se extinguirá por sí misma. En caso contrario, el desastre será de tal magnitud, ¿con porcentajes del 80% de la población infectada según el Gobierno británico y la Escuela de Salud Pública de? Harvard, que nadie se preocupará de los errores primerizos.

¿Cuántos pacientes pasaron desapercibidos, pero dejaron inocentemente su huella en los casos que ahora se multiplican? Con la salud no se juega, pero los enfermos no deben prevalecer sobre el PIB.