La extensión del pánico en todo el planeta a causa de un virus muy contagioso, sí, pero de escasa letalidad ha coincidido con la publicación en la revista Antiquity de un testimonio inusual acerca de una de las mayores mortandades habidas que tuvo lugar durante la Edad Media.

En el siglo XIV se extendió en Europa la pandemia de peste más devastadora de la historia de la humanidad, la que corresponde a la llamada "peste negra" que causó cerca de 25 millones de víctimas solo en el continente europeo. La peste negra, o muerte negra, afectó a Inglaterra en especial en 1348-49. En solo dos años murió entre la tercera parte y la mitad de los habitantes de Inglaterra, y aún cabe pensar que en la isla tuvieron suerte porque los supervivientes solo alcanzaron una quinta parte de la población en la ciudad de Florencia.

Pues bien, Hugh Willmott, investigador del departamento de Arqueología de la universidad de Sheffield (Reino Unido), y colaboradores han comunicado en Antiquity el hallazgo de una tumba común con 48 cuerpos de mujeres, hombres y niños en Thorton Abbey, condado de Lincolnshire, al norte de Londres. La datación mediante radiocarbono ha fechado la tumba en el siglo XIV.

Willmott y colaboradores sitúan la iglesia parroquial medieval de Thornton Curtis como un centro de culto y entierro desde el siglo XI en adelante. Ni qué decir tiene que las tumbas siguieron durante la Edad Media en todas las parroquias inglesas las normas muy estrictas impuestas por la fe religiosa. Las fosas comunes no suponían un recurso que se tuviera por aceptable en las abadías. Eran los hospitales, instituciones también religiosas y con cementerios asociados, los que -al tratar a los peregrinos y a los más necesitados- recurrieron con mayor frecuencia a las tumbas colectivas, alejadas de las pompas fúnebres comunes. Los autores del estudio mencionan el St. Mary Spital de Londres, con 175 fosas comunes medievales, como el mejor ejemplo. Pero estamos hablando de la capital, un gran centro urbano. Durante la Edad Media la población rural inglesa era muy baja y el número de fallecidos, incluso en caso de epidemia, lo bastante escaso como para que se cumplieran los rituales religiosos muy exigentes de la época. La tumba común de Thorton Abbey supone una excepción significativa y pone de manifiesto que la urgencia a la hora de enterrar a las víctimas de la muerte negra se impuso a cualquier otro requisito.

¿Cuál habría sido la razón que llevó a excavar una fosa común en la abadía de Thorton? Los análisis realizados en los esqueletos de la tumba han identificado la bacteria Yersinia pestis, tenida por responsable de la muerte negra; un riesgo capaz de forzar el entierro colectivo. Dicho de otro modo, el pánico logra imponerse incluso a las creencias religiosas llegado el momento.