Vamos a salir de la crisis del coronavirus "remando todos en la misma dirección", según el Rey y casi todos los partidos, Nadie dirá en la pandemia: "estamos en una emergencia de salud pública, toma remazo y sálvese quien pueda". Las metáforas las carga el diablo. Esta de la trainera, también, aun dejando aparte que se ha de remar en el mismo sentido pues la dirección es la misma para delante que para atrás. Como metáfora náutica advierte de que su riesgo es el hundimiento, que puede afectar al gobierno de pacto, a la oposición polar, a la sanidad y a la sociedad.

Las traineras, embarcaciones alargadas y con una hilera de remos, pasaron de instrumento de trabajo a material deportivo. Empezaron pesqueras, arrastrando la "traína" (una red muy tupida para capturar anchoa y sardina) y, desechadas por alternativas mejores, se estilizaron para la regata deportiva. Nadie lo reconocerá, pero el gobierno rema para pescar (porque es su deber y su capacidad) y no hundirse y los demás partidos, para competir. Todos reman en la misma dirección, pero en distintas embarcaciones y lo más que pueden hacer es respetar las reglas de la competición. Donde más se nota la competición, restringidas las competencias por el estado de alarma, es en las autonomías, sobre todo en los nacionalismos fuertes: Cataluña, País Vasco, (las medio Españas) y Madrid (esa otra España, ese modelo económico liberal y banderero del que es también la capital).

La emergencia va a durar demasiado para que se cumpla el otro tópico en el que también coinciden, de momento, hasta en su construcción gramatical arcaica, gobierno y oposición: "tiempo habrá para las críticas y para hacer política". Ese tiempo ya está siendo, porque todo va muy rápido... pero va por orden.