La lucha mundial que tiene lugar contra el coronavirus puede cambiar la mirada respecto al modo de entender la globalización, dando lugar a consideraciones y replanteamientos en cuestiones como la cooperación internacional en materia de salud pública, la dependencia de las naciones en determinados sectores o la relación entre países y comunidades. Asimismo, y de fronteras para adentro, esta crisis puede causar modificaciones en el grado de apreciación ciudadana sobre la función de las instituciones y los servicios públicos, dando lugar a la ampliación y el refuerzo de enfoques políticos favorables a impulsar una revitalización de los mismos. Hay motivos para pronosticar que, el reconocimiento de la población manifestado durante este dramático periodo a través del aplauso diario desde las ventanas, acabará mutando en un mayor apoyo social en favor del valor y significado de los recursos estatales.