Se llama ahora edadismo a la discriminación por la edad (como racismo lo es por la raza), pero el nombre es mejorable, pues también podría entenderse (igual que feminismo) como acción positiva. Creo que el nombre podría ser gerontofobia, para no andar con rodeos. El edadismo o gerontofobia llega a su máxima crudeza en el asunto del reparto de los recursos sanitarios disponibles, lo que es verdad que tiene argumentos a favor, pero no solo ignora el derecho igual a la vida y la idea humanitaria de devolver a los mayores lo que hicieron por sus familias y la sociedad, sino que lleva a la paradoja, desde un punto de vista estrictamente económico, de que se prive de medios justo a aquellos que más han estado contribuyendo para que existan. En fin, esta triste moda durará hasta que los mayores se organicen como clase y puedan decidir unas elecciones. Sospecho que ya se está cociendo el bollo.