Evito sumarme a la avalancha de prospectivistas poscrisis, pero no es prospectiva sino retrato en vivo decir que distancia y protección marcarán todo aquello que consiga librarse del imperio de las relaciones virtuales, en el campo del mobiliario, las aulas, la vida en la calle, las peluquerías, las salas de reuniones, las playas, las oficinas y líneas de producción, las charangas, los bares y restaurantes, los pasillos, el comercio, el toqueteo español, los teatros y cines, los estadios, los parlamentos, las discotecas (tipo de baile incluido), los despachos y consultas, las escuelas y aulas, las cárceles, los saludos, las votaciones, los conciertos, los hospitales, las residencias, las manifestaciones y procesiones, los clubes, las iglesias, los autocares, trenes y aviones, las relaciones familiares e incluso el atuendo, el maquillaje y el ritual de aproximaciones al amor. ¡Ufff!