El título del epígrafe ( Hoy la verdad es una orden) pertenece a la homilía pronunciada durante el oficio religioso, celebrado en los años 40, por el jesuita Padre Panoloux, para implorar en la misericordia divina para las víctimas de la peste que asoló Orán, que describe en su obra La Peste Albert Camus. En el devenir de los tiempos, el Covid-19 que se extiende por todo el mundo, ha producido un sacudón en la opinión pública universal, también en España, especialmente, en aquellas terminales en las que prima el antiamericanismo, el anticlericalismo, el libre mercado, el intervencionismo, etc., sospechosas de estar amarradas a la sectaria complacencia, han agotado sus recursos informativos. Los sucesivos estados de alarma han suscitado la preocupación del mundo jurídico, tanto por la restricción de los derechos cívicos cuanto por el poder discrecional que acumula el Gobierno. "Solo los medios no sometidos al poder ejecutivo „resumen„ ejercen en España el control del Gobierno sin el que ninguna democracia sobrevive". En Galicia, la oposición está aletargada. La respuesta del Gobierno central del líder socialista Pedro Sánchez, pese a su cuota de pantalla, aparece embarrada por improvisación y la ausencia de respuestas eficaces. Recientemente, la comisión de gestión del Covid-19 en Galicia ha considerado deficientes la última remesa de test rápidos enviado por el Ejecutivo Central (mando único). Feijóo aprovechó el episodio para dar un sartenazo, conocedor del ámbito sanitario en el que lleva ventaja. Conviene no olvidar que siendo ministro Romay, el titular de la Xunta y la doctora Pilar Farjas tuvieron especial protagonismo en la modernización de la Sanidad Española. Núñez Feijóo, en el mundo político, viene a ser lo que los americanos llaman un good mixer (hombre que habla amablemente con todos), además de ser un excelente comunicador: se le entiende todo lo que dice.

Otrosí digo

El problema del Covid-19 tiene su especial capítulo autonómico en Cataluña. En su libro Manuel Azaña: Sobre la política de Cataluña, su autor el profesor García de Enterría recoge el siguiente parlamento de Azaña: "La libertad de Cataluña y España es la misma cosa...", "un estatuto de Autonomía dentro de la Constitución republicana", "la unidad de España no puede padecer ". En el artículo 48 se decía que es "obligatorio el estudio de la lengua castellana y esta se utilizará también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autonómicas". "Los políticos catalanes hablaban ya de autodeterminación. Ortega y Unamuno desconfiaban".