En las escuelas infantiles municipales de La Coruña se empleará el gallego como lengua vehicular y se impulsará el acercamiento al inglés. La medida entra en el concepto del trilinguismo light, introducido por Feijóo, en cuyo trazado nos obliga a estar ojo avizor en el uso del español, convertido en la actualidad en un problema nacional. Las nuevas tecnologías (informática) en las que teclear suple por dictar a los ordenadores, el idioma español es el más apto por su fonología clara y precisa y porque cada palabra y cada combinación responde a un sonido. Como escribió Dámaso Alonso "La lengua es la exaltación del don divino de la palabra humana". No distraigamos a la grey infantil de poder expresarse en la lengua que mamaron. El Gobierno local sigue en cuarentena, cercado por las fuerzas minoritarias que le sirven de bordonas, algunas viven de las fricciones nacionalistas o inventadas.
Entre la calamidad del Covid-19, los medios informativos de todo el mundo destacan la actividad y eficacia del Centro Logístico de Inditex en Shanghái para el transporte rápido de material sanitario. Tal vez, el Ayuntamiento coruñés debiera hacer testimonio de la gratitud de la ciudadanía hacia el benemérito del imperio textil (Amancio Ortega) sin necesidad de escuchar a los juglares de los hechos históricos.
El ábaco de Tezanos nos recuerda a un personaje "memorioso" que aparecía en los plenos municipales, entre el público para formularle preguntas, aparentemente convenidas, al alcalde, faenas que repetía en otras plataformas como el Dillo ti. De forma espontánea, naturalmente.
Sobre el tema de "restringir las informaciones", estableciendo una sola fuente de información ("la fuente oficial") no es un hecho nuevo. Los peronistas idearon la USINA (Unidad del Sistema Informativo de la Nación Argentina) que permitía a Kirchner y a su esposa fisgonear en los medios de comunicación a políticos y a empresarios.
El Sr. Kirchner "prefería en los actos solo a los fotógrafos porque no hacían preguntas". Los hechos reflejan cómo los "caudillos", so pretexto de medidas de otro tipo, presionan a los medios para ponerlos al servicio de su causa. A estos adalides de la democracia, conviene recordarles que sin libertad de expresión, la libertad en su verdadera dimensión resulta irrisoria.
