La semana pasada escribía un artículo, ¡Qué grande es ser médico!, en el que hacía referencia a la labor de los médicos durante estos difíciles días que estamos viviendo. Ahora bien, señoras y señores, ¿qué me dicen de la que están llevando a cabo el personal de enfermería? Enfermeras, enfermeros, matronas, auxiliares ¿No están, acaso, con un compromiso inquebrantable y absoluta dedicación, trabajando en hospitales, centros de salud, servicios de emergencias, residencias de ancianos? Y, siempre, priorizando la salud del paciente, aún a sabiendas del riesgo que corre la suya. Y todo por la falta de test y la precariedad del material de protección que están padeciendo.

Sin duda, maravilloso trabajo que están realizando estas personas, eje vital dentro del sistema sanitario y, quizás, hasta estos momentos, sin el suficiente reconocimiento y visibilidad que merecen. No son santos, como he leído que los había identificado el Papa, tanto a médicos como a personal de enfermería. Tampoco héroes, a pesar de los méritos en la lucha contra este visitante invisible. Son, sencillamente, víctimas de esta crisis sanitaria. El personal sanitario no trabaja para obtener medallas, ni recompensas. Lo hacen porque se han comprometido, moral y profesionalmente, a sacar adelante a los enfermos. Por eso, el personal de enfermería, día y noche, cuidan y asean a esos pacientes, llorados en la soledad de su encierro; también los acompañan y escuchan, para hacer más soportable su agonía, compartiendo momentos de alegría, pero muchos de angustia, y consolándolos en esa solitaria y definitiva despedida...

Esta pandemia está dejando a su paso miles de víctimas, 22.524 cuando escribo estas líneas. Pero, sin duda, a pesar de la extraña implicación del gobierno, saldremos de esta grave situación. Y, todo, gracias a vuestro trabajo y sacrificio. Por eso, cuando veo y escucho la desesperante precariedad en que os estáis desenvolviendo, siento una opresión en el pecho, y solo puedo repetir -y aquí me atrevo a hablar en nombre de todas, o casi todas las personas que estamos en España-, gracias, muchísimas gracias por vuestra entrega, por la forma en que nos estáis cuidando ¡Sois unos artistas!

Por cierto, presidente, cuando esto termine, ¿van a tener, usted y su equipo, de nada más y nada menos que 22 ministros, la conciencia tan tranquila como la de estos profesionales?