El de ayer fue un día señalado para los cinéfilos más nostálgicos, especialmente para los que acostumbraban a acudir al centro dispuestos a disfrutar de las últimas proyecciones en el cine París. Y es que fue el 18 de junio de 1908, hace 112 años, cuando el establecimiento abría sus puertas en la calle Real para poner sus butacas a disposición del público. El edificio hace ya tiempo que no ofrece largometrajes, concretamente desde su cierre en 1999. Pero su arquitectura y el letrero que se erigía sobre su entrada se mantienen intactos, igual que los recuerdos de alguno de sus visitantes, que recordaron ayer en redes los últimos títulos que vieron en su pantalla.