Quien estos días visite el Palacio Municipal se encontrará con carteles en los cuartos de baño en los que se advierte de que no es aconsejable beber de los grifos. La razón es que las tuberías del edificio tienen una notable antigüedad y en este momento se está procediendo a su revisión, por lo que existe el riesgo de que el agua no sea potable en algún momento debido a los trabajos. Así, quien piense que durante su presencia en el Ayuntamiento vaya a tener necesidad de refrescarse, deberá tener la precaución de llevarse un botellín de agua para no sufrir el chasco de encontrarse el cartel de la prohibición al entrar en los baños.