Míriam Rodríguez acudió ayer a la Fnac para presentar su nuevo disco y reunirse con sus fans. No fue una firma de discos normal, como las de antes de la pandemia, sino que contó con detalles que la hicieron diferente y, quizá, algo más fría. La distancia de seguridad obligó a la cantante a hacerse selfies con sus seguidores desde lejos. Además, para poder firmar los discos sin contacto, había una bandeja en la que los asistentes tenían que dejar el CD y se les devolvía ya con el sello de la eumesa. El gel hidroalcohólico no faltó en ningún momento y un bote acompañaba, en la mesa, a los bolígrafos que utilizó Míriam durante horas.